El abedul (Betula sp.) es un árbol originario del norte de Europa, América y Asia donde los climas son muy frios. Vive unos 100 años y alcanza alturas de alrededor de 20-25 m, siendo sus raíces poco profundas. Es un árbol fácilmente reconocible por tener una corteza muy fina de color blanco-plateado. En un mismo árbol podemos encontrar flores femeninas que apenas destacan y flores masculinas organizadas en largos amentos. Las semillas son aladas. En otoño las hojas se vuelven amarillas antes de caer.

Usos:
Dando un corte en forma de V en la corteza del abedul, goteará agua potable suficiente para llenar un vaso después de unas horas.

La madera del abedul es muy pesada y se ha utilizado para la construcción de toneles, bobinas, zuecos, muebles y juguetes. Sus ramas se utilizaban para hacer escobas y flechas. Como la corteza es impermeable y prácticamente incorruptible, se utiliza para hacer zapatos, recipientes, cubiertas de tejados y, los indios Ojibwa de Norteamerica, para fabricar canoas, cubos, cucharas y platos.
A partir de la corteza se puede obtener cola de abedul, muy útil para calafatear embarcaciones, y tinte para tejidos.
En Rusia, el aceite de la corteza se empleaba para curtir pieles, mientras que en Suecia y Laponia utilizan la savia del abedul para sustituir el azúcar.
Además tiene usos medicinales, siendo su corteza diurética, antiséptica, tónica y anestésica. La «sangre de abedul», obtenida al arrancar su corteza, se mezcla con clavo y canela y se toma contra las enfermedades reumáticas. Mezclada y fermentada con cerveza, tiene efecto diurético para prevenir los cálculos renales. Las hojas en infusión tienen propiedades depurativas y combaten el reumatismo, gota, artritis y enfermedades de riñón e hígado.
Simbología y magia del abedul:
Debido al color plateado de su corteza, el abedul muchos pueblos europeos lo consideran un árbol sagrado que simboliza el Sol y la Luna. También representa el árbol de la sabiduría y la iluminación.
En algunos pueblos rusos, el abedul simboliza la primavera al ser uno de los primeros árboles en brotar.
En la tradición nórdica, el abedul está dedicado a la diosa Frigga, la diosa del amor, la fertilidad y la fidelidad. Simboliza además la morada del hombre. Las once doncellas de Frigga cuidaban con ella la humanidad e hilaban hilos de oro y los arco iris de la primavera. Los siete hijos mortales de Frigga y Odín, su esposo, fundaron los siete reinos sajones de Inglaterra. También en la tradición nórdica, el abedul se asocia a Thor, dios del trueno. Simboliza el retorno de la primavera y de las fuerzas que la envuelven.


En Gales, los enamorados se regalaban guirnaldas de flor de abedul como símbolo de amor y protección contra los malos espíritus. Con el mismo propósito, los enamorados de los países nórdicos colocaban ramas de este árbol en las puertas de sus amadas y bailaban en alrededor de un abedul, en honor a la diosa Freyja, diosa del amor, la belleza y la fecundidad.

Para los pueblos siberianos y para los nativos norteamericanos, el abedul es un árbol sagrado, es el guardián de la puerta que conduce a una conciencia superior. Entre los celtas, simboliza el mundo de los vivos y de los muertos, además de la eliminación de las malas energías acumuladas para comenzar bien el año nuevo.
En el hinduismo se adora el abedul, denominado bhirga en sáncrito, y se asocia a la diosa blanca Saraswati, la diosa del conocimiento.

La mayoría de las culturas desde Siberia hasta La India, consideran el abedul como ahuyentador de las influencias malignas y de las desgracias, por lo que se usan sus ramas o sus hojas como amuleto en las cunas de los niños.
Los romanos utilizaban las ramas de abedul para impartir disciplina. Agrupadas las ramas en fasces (haces) con un hacha en el centro, simbolizaban el poder depurativo de la ley. Los fasces dieron lugar a la palabra fascismo, con el hacha de Mussolini en el centro. Más adelante en la historia de la humanidad, la rama de la disciplina se convirtió en la «rama benéfica», ya que, para azotarse durante la sauna en Finlandia, lo que se utiliza es una rama de abedul para depurarse, sanarse y renacer a la vida. También los indios norteamericanos se azotan con ramas de abedul con el mismo fin.
Por último, no quiero olvidarme de la magia de las brujas. Se dice que la escoba con la que vuelan, se hace con ramas finas de abedul atadas con mimbre para dedicarla a la diosa de la Luna de las brujas. En brujería se utiliza una escoba de abedul con palo de fresno para barrer el suelo y expulsar a los demonios de la casa. Si el palo es de manzano, nos dará suerte en el amor, y si es de avellano nos proporcionará sentido visionario para tomar las decisiones correctas.
Bibliografía y fuentes: La energía curativa de los árboles (S. Green), Árboles guardianes de la magia (A. Newman), Wikipedia, sobreleyendas.com
Muy buna entrada. Felicidades !
Mil gracias, muy interesante el conocimientos que nos estás regalando, de nuevo gracias por compartir!!!
cual es su fruta
Gracias por tu consulta y disculpa por el tiempo que ha pasado. El fruto del abedul es una sámara bialada. Es como una pequeña nuez que contiene la semilla con dos alas que facilitan que la semilla vuele con el viento.
Un saludo,
Marta Martín Trenor
Genial y muy interesante
Muchas gracias. Un saludo,
Marta M. Trenor