La semana pasada recibí con gran ilusión una invitación a la Jornada de Gestión de Riesgo de Arbolado Urbano organizada por la Asociación de Parques y Jardines Públicos (AEPJP) y el Ayuntamiento de Bilbao, que se celebró el pasado viernes 21 de octubre. Ilusión por dos motivos: el primero porque, a pesar de continuar de baja laboral desde hace varios meses, ha sido mi primera aparición en público por temas laborales como diciendo «¡hey, aquí sigo y seguiré!»; y el segundo motivo es porque la invitación vino de mano de José Luis Ortega, más conocido como José Luis Paisajista de la empresa Jardines Que Me Gustan y vocal de la junta directiva de la AEPJP, al que conozco virtualmente hace ya años y que nunca antes había tenido oportunidad de ver personalmente.
La Jornada se celebró en el auditorio del Centro Azkuna de Bilbao, edificio más conocido como La Alhóndiga. No podían haber elegido un lugar mejor, para mi gusto uno de los edificios más bonitos de todo Bilbao. Se trata de un antiguo almacén de vinos de principios del siglo XX reconvertido en centro cultural y de ocio en el año 2010 por el diseñador francés Philippe Starck, que respetó la fachada monumental del edificio y demolió todo el interior en el que construyó tres enormes cubos de ladrillo que se apoyan sobre 43 pilares, todos con diseños diferentes y muy originales.

La Jornada inaugurada por D. Ricardo Barkala Zumelzu (concejal de Obras y Servicios del Ayuntamiento de Bilbao) y por D. Francisco Bergua Vizcarra (presidente de la AEPJP), que hicieron una breve presentación.
A continuación el doctor agrónomo D. Alessandro Pestalozza (profesor de la Universidad de Pissa, experto en Arboricultura y ex-vicepresidente y socio fundador de la Sociedad Italiana de Arboricultura), expuso la primera ponencia de la Jornada titulada Un nuevo enfoque para la evaluación de la estabilidad de arbolado. El profesor Pestalozza nos hizo un análisis de la vida y evolución del árbol desde su plantación hasta su muerte y nos habló los diferentes factores que suponen un riesgo en el arbolado. Además, nos expuso diferentes métodos para calcular este riesgo e hizo un análisis de dichos métodos para explicarnos en qué situaciones era conveniente utilizar uno u otro.

La segunda ponencia era la de D. Jake Tibbetts (Jefe de equipo del Servicio de Espacios Verdes del distrito de Islington, Londres), y se titulaba Gestión de riesgo, salud del árbol y participación pública. Estudio de caso: Islington, Londres. Tibbetts nos habló de cómo gestiona el presupuesto que le dan para el mantenimiento del arbolado, zonificando el distrito según el importancia del riesgo de caída de ramas y árboles y destinando una partida mayor o menor del presupuesto según la importancia del peligro. Nos comentó, que en una ciudad como Londres que posee más de 8 millones de árboles en sus calles, cada día es más importante la participación e implicación de los ciudadanos en la detección de posibles riesgos en lo que a arbolado se refiere. Para ello, ofrecen periódicamente cursos de formación a voluntarios y también desde el Ayuntamiento de Londres han desarrollado diferentes herramientas y aplicaciones móviles para que los ciudadanos puedan denunciar fácilmente una incidencia para que actúen las autoridades cuanto antes.

Tras un breve descanso para tomar un café ofrecido por el Ayuntamiento de Bilbao en el que los asistentes aprovechamos para intercambiar impresiones, Dña. María Sánchez-Blanco Martín-Artajo, ingeniero técnico agrícola jefa del área de Conservación de Zonas Verdes y Arbolado Urbano del Ayuntamiento de Madrid, con su ponencia Protocolo de Gestión de Incidencias nos explicó como actúan los técnicos del Ayuntamiento de Madrid y los servicios de emergencia en caso de producirse una incidencia en el arbolado en la ciudad de Madrid. Además nos presentó y nos obsequió con un ejemplar de la guía que utilizan los técnicos de Madrid para identificación de defectos y anomalías del arbolado viario.

La cuarta y última ponencia fue la del doctor ingeniero agrónomo D. Pedro Calaza Martínez (Coordinador de arbolado ornamental y de la Norma Granada de la AEPJP) y se titulaba Base de datos española de colapsos de árboles (BDECA). Tras una introducción donde nos habló de todos los beneficios que tiene el arbolado urbano sin olvidar los denominados diservicios, es decir, toda la parte negativa que el desarrollo del arbolado genera en las ciudades, el Sr. Calaza nos presentó la Base de datos española de colapsos de árboles (BDECA) que se está desarrollando entre diferentes ayuntamientos españoles y técnicos del sector. Esta base de datos servirá para mejorar la gestión de riesgo del arbolado y para compartir las diferentes experiencias y conocimientos.

La Jornada finalizó con un debate-coloquio en la que participaron todos los ponentes y donde se dio la oportunidad a los asistentes a hacer todas las preguntas que fueran de su interés. Por último, D. Iñaki Gamboa Aramburu, jefe de sección de Parques y Jardines del Ayuntamiento de Bilbao, hizo la lectura de conclusiones y dio por clausurada la Jornada.

En definitiva, se trató de una Jornada llena de datos interesantes y en la que pude ponerle rostro a muchos nombres conocidos en el mundo de la jardinería. Como conclusiones propias puedo decir que la importancia del árbol urbano va mucho más allá de lo que a priori creemos. Como nos comentaron Tibbetts y Calaza en sus ponencias, una ciudad con árboles obtiene de ellos beneficios medioambientales, psicológicos, ornamentales y también económicos; pero no deberíamos fijarnos en el clásico indicador que mide el número de árboles por habitante, si no en la superficie de copa por habitante. Es decir, es mucho más interesante tener árboles con una gran masa foliar en lugar de árboles con la copa pequeña, ya que la hoja es la parte del árbol que nos va a generar la mayoría de esos beneficios en cuanto a mejora de calidad del aire y ahorro energético y, además, es el principal órgano sumidero de carbono. Otro apunte interesante es el que hizo el profesor Pestalozza sobre la vida del árbol. Cuando germina la semilla de un árbol, tenemos un único ser, pero según va creciendo el árbol cada año acumula más madera muerta que se convierte en el hogar de innumerables seres vivos, de manera que cuando el árbol muere tenemos todo un mundo vivo en él, donde podemos encontrar hongos, líquenes, insectos, aves, roedores, reptiles… todo un ecosistema. Es decir, el árbol nace siendo uno y muere siendo parte de cientos de seres vivos, de ahí su enorme importancia ecológica. Esta importancia es la que nos debería concienciar a todos en el cuidado del arbolado urbano. Los árboles de la ciudad en realidad no son de la propia ciudad, si no de los ciudadanos. Tal y como Tibbetts ha señalado, en la época de recortes presupuestarios que estamos viviendo en la mayoría de las ciudades europeas, esta implicación del ciudadano en la gestión del arbolado es aún más importante. Porque el árbol genera muchos beneficios pero no nos podemos olvidar de los inconvenientes que produce el arbolado urbano: los llamados diservicios (alergias, plagas, árboles que ensucian las aceras, problemas de raíces, cimientos y conducciones, riesgo de caídas de ramas y de árboles enteros…). Para reducir al máximo estos diservicios, ciudades como Madrid y Bilbao, según nos señalaron Sánchez-Blanco y Gamboa, se preocupan cada día más en la selección de especies más adecuadas según su tamaño, características y necesidades climáticas y edafológicas a la hora de hacer nuevas plantaciones.
Aunque uno no tenga formación específica, con un poco de sentido común muchas de las incidencias que ocurren todos los días con el arbolado urbano y que a veces tienen consecuencias fatales, podrían prevenirse. Todo ciudadano que observe un riesgo debería sentirse en la obligación de avisar a los servicios técnicos municipales para tomen las medidas pertinentes, así que desde aquí me gustaría crear conciencia social y animaros a todos a implicaros en el cuidado de los árboles de nuestras ciudades porque todos sabemos que nos aportan diversos beneficios y que, como seres vivos que son, su presencia también conlleva un riesgo inherente que la mayoría de las veces no es fácil evaluar porque a simple vista no podemos ver lo que está ocurriendo dentro del árbol ni en sus raíces, pero cuanto más nos impliquemos, las incidencias que produzcan los árboles urbanos serán de menor importancia.
Enhorabuena Marta. Te felicito por la noticia que has elaborado de la jornada de Riesgo de Arbolado, y por el propio Blogger. Felicidades y Gracias por hacerlo.
Ya disculparas, pero no lo conocía. Espero poder felicitarte en persona algún dia y agradecerte la labor en favor de la jardinería.
Un saludo
Fran Bergua
Muchísimas gracias, Francisco.
Un honor recibir la felicitación del mismísimo presidente de la AEPJP.
Comprenderás que mi labor a favor de la jardinería no tiene ningún mérito teniendo en cuenta que además de ser mi pasión es mi profesión.
Un saludo,
Marta